domingo, 27 de octubre de 2013

Efímero



En ese preciso instante, cuando el tiempo corría tras de nosotros mientras huíamos de él, arrojando prendas, mientras entre besos nos descubríamos, sentí que volaba alto que no había nada que me bajara, solo tu voz era la que me ataba a la tierra, para elevarme de nuevo con un te quiero...

Ver como las gotas caigan por tu pecho hizo que supiera que no podía estar más cerca tuyo, supe que éramos uno. En una sinfonía, en donde más alto volábamos era cuando tiempo corría más deprisa.

Te decía que nunca sería suficiente tiempo a tu lado, y fue cuando me pregunte, ¿Por qué los momentos perfectos son tan efímeros?.
Y en ese instante ambos mojados, abrazados, convertidos en un solo. Volamos. El mundo a mi alrededor desapareció,  solo conviví con mis sentidos:
-El gusto saboreaba tu esencia a felicidad
- El tacto recorría los rincones de tu cuerpo que no conocía, convirtiéndote en un laberinto del cual no quería encontrar la salida.
- Tu voz hacia que todo pareciera color de rosa rosa.

 Y me deje llevar. Y volé. Volé. Volé. Muy alto. Para luego aterrizar entre tus brazos, no quería abrir los ojos, no quería despertar, temía que desaparecieras, pero me atreví y te vi, vi como me observabas  y así  supe que todo eso era verdad que tu estabas allí, que el momento era ahora, que no debía temer, y fue ahí cuando te abracé y me perdí de nuevo en tus ojos para nunca más volver.

No hay comentarios:

Publicar un comentario